Chamario
Libro de rimas para niños de Eduardo Polo
con ilustraciones de Arnal Ballester.
(Caracas, Ediciones Ekaré, 2003).
La palabra Chamario, que Eduardo Polo usó como título de su libro, deriva de chamo, que es la forma como cariñosamente se llama al niño en Venezuela
En un paseo por la literatura venezolana me topé con “CHAMARIO”, un texto de poesía infantil que Eugenio Montejo publicó bajo el seudónimo de Eduardo Polo. El juego de palabras representa la particularidad de este libro y quizá el toque especial que el mismo posee, caracterizándose por la ruptura de las convenciones literarias con el fin de cambiar la rigidez del texto y así enfocar la atención del lector mediante la musicalidad y un toque humorístico. A través de la experimentación lingüística, las palabras logran causar sensación de disfrute y diversión, convirtiéndose en un juego lo que representa la principal atracción para el público infantil.
El estilo lúdico brinda a los niños la motivación hacia lo que están leyendo, convirtiendo la lectura en un proceso placentero sin dejar de lado las enseñanzas inmersas en el texto y sin olvidar el sentido propio de lo literario. Siendo esto precisamente el reto para el que escribe para niños. Eduardo Polo solía decir que “en nuestra lengua, por desgracia, la creación destinada a los menores resulta menos importante que la que podemos leer en otras literaturas. Todavía no comprendemos que escribir para los niños es algo perfectamente serio". Chamario nos ofrece “un mundo de cabeza” o, de cierto modo, una mirada al espejo ya que su estilo en general es de cambios y rupturas de las convencionalidades. Sus ilustraciones y diagramación, que se relacionan muy bien con cada poema y sus rimas, pasan de lo ordenado a lo desatinado cuando el lector menos se lo espera.
La mayoría de los poemas hacen referencia al mundo animal y a los medios de transporte, algunos están titulados con el nombre de animales: El mono, Ana la rana, El rinoceronte. Demos una mirada a uno de ellos:
La bici sigue la cleta
por una ave siempre nida
y una trom suena su peta...
¡Qué canción tan perseguida!
El ferro sigue el carril por el alti casi plano…”
La bicicleta
Para los padres y los docentes Chamario ofrece la oportunidad de involucrar a los más pequeñitos con el mundo mágico de la literatura.
Por: Eglee Lárez Estudiante de Educación de la UDONE |
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